Si ya tengo un empleo no necesito trabajar mi marca personal. Bien, eso depende.

El mundo laboral cambia a pasos de gigante, mejor ponte las pilas

De entrada te aconsejaría que le dieras una segunda vuelta al asunto. Que tengas un trabajo ahora, por muy seguro que éste parezca, no es sinónimo de que lo vayas a tener mañana.

El mundo está cambiando a pasos gigantescos y con él el mercado laboral. Lo que vale hoy, aunque lleve 15 años valiendo, posiblemente ya no tendrá valor mañana. Tu aportación a esa empresa que hoy te paga la nómina puede dejar de ser valiosa, y si eso ocurre el desenlace está claro.

Las profesiones y las habilidades necesarias para realizarlas cambian, y si no te preparas tienes muchos números para perder el empleo que tan seguro te parece hoy y peor aún, quedarte obsoleto, sin producto que ofrecer al mercado.

Trabajar tu marca personal te permite de entrada, tomarte una fotografía profesional y situarte dentro del mercado actual. ¿Cuanto tiempo hace que no te REconoces? Me refiero a que si hace mucho que no te das una vuelta por tí mismo para comparar si lo que tú puedes aportar al mercado laboral es aún valioso y demandado.

En caso de hacerlo y confirmar que puedes aportar valor te felicito, eso significa sí o sí que has cuidado tu preparación. 

En caso de respuesta negativa lo más normal es que tengas un momento de pánico. Miedo. Que pasaría si mi empresa decide prescindir de mis servicios y me despide. Ojalá puedas hacerte esta pregunta antes de que ocurra. Sea como sea, te pille la pregunta antes o después, trabajar en tu marca personal te ayudará a entender qué puedes aportar de valor al mundo profesional y qué habilidades o conocimientos necesitas incorporar para ser empleable.

Trabajar tu marca personal te hace libre

Gestionar bien tu marca personal no solamente te puede ayudar en momentos de desempleo involuntario, sino que te da alas para volar. Ser un profesional con una propuesta de valor clara, y ser reconocido y valorado por el mercado te facilita mucho el terreno en el momento de cambio de empleo.

¿Qué es lo que ofreces como profesional? ¿Está valorado y buscado en el mercado actual? Si lo sabes, conoces tu propuesta de valor. Si no lo sabes, ya tardas.

¿Empezamos?